miércoles, 15 de julio de 2020

La escalada social 1

El año 2020 ha venido cargado de novedades para la familia cítrica, pero como ha venido así para todo el mundo, pues la verdad es que cualquier cosa queda ahora poco sorprendente.
Ya no es ¿qué te ha pasado? Ahora es ¿cómo te ha pillado la pandemia?

El 2019 lo terminamos con los adultos de la familia desempleados. Pomelo con la mitad del seguro por desempleo consumido y yo con la "paguita" (no te deseo ningún mal, pero si crees que lo de paguita va en serio, espero que te des cuenta de que no llevas mascarilla cuando estés ya en la puerta del supermercado) como cuidadora de dependiente y una hora a la semana dando clases de español. Lo justo para no cambiar nuestro estilo de vida pero sin poder ahorrar ni plantearnos gastos extra.

A pesar de la situación de desempleo no nos aburríamos para nada. Teníamos que acudir a las citas que llegaban por sorpresa con el orientador laboral, enviar mínimo cinco solicitudes de empleo al mes (que encontrábamos ofertas para nuestro perfil, vamos que podíamos llorar por un ojo sólo) y hacer los cursos que la agencia de empleo tenía a bien pagarnos. Entre que los cursos de Pomelo eran súper intensivos y que empleamos cuatro horas al día en llevar y traer niños, no tuvimos tiempo de disfrutar nada de nuestra soledad en pareja.

La verdad es que mirándolo en perspectiva nos iba bien porque cada dos por tres no llamaban para entrevistas. A mí se me hacía muy raro salir maquillada, peinada, en traje y tacones. Es curioso pero me daba mucha vergüenza ir así a las guarderías y no me da nada de vergüenza ir con los vaqueros rotos por el culo.

Por las noches desmaquillarme con aceite y jabón (no voy a comprar desmaquillante para usarlo un par de veces) y lavar LA camisa, LA chaqueta y EL pantalón de las entrevistas. Camisas tengo dos, porque alguna vez me fue bien y pasé a la segunda fase. Bueno, en realidad tengo también de manga corta, abrigo, zapatos, botas, bolso... porque como es una situación que se alarga tanto tengo que tener ropa para las cuatro estaciones. Y es una cosa que me molesta mucho, no me gusta ir de compras y tengo que invertir tiempo, dinero y lo peor espacio en el armario en cosas que no me gustan y no me van a servir para el día a día. Mary Condo que si tiro lo que no me hace feliz o no se ve bonito salgo desnuda a la calle. 

Hasta que Pomelo consiguió una muy buena oferta relacionada con coches eléctricos para empezar en 2020. Y volvimos a nuestra vida familiar de clase media suburbana. 

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