miércoles, 25 de septiembre de 2019

El otoño y la conciliación

Iba a empezar el otoño publicando cosas sobre el verano. Un resumen de las vacaciones, el estado de la casa, el inicio del curso y esas cosas. Pero como Kumquat es alemán, muy ordenado él, ha decido estrenar el otoño con un virus y le ha dado bastante igual, a él y al virus, que su madre tuviese una entrevista con la empresa más importante de Europa del sector, del sector en el busco trabajo.

¿El niño tiene un virus y yo voy a hablar de mí misma?. Sí. ¿El blog no era para visibilizar las cosicas de Kumquat? Sí. ¿Es posible que sea un poco egocéntrica? Puede ser, pero oye que el blog lo escribo yo.

Después de casi siete años sin trabajar "de lo mío" estoy buscando un puesto activamente. Me llamaron de una agencia de personal y me dio mucho bajón después de la entrevista. Mi impresión fue que estoy sobrecualificada para ser operaria, también para técnica, para ingeniera de procesos no les gusto porque se trabaja por turnos y no es un puesto decente para una señora con dos hijos y para ingeniera de lunes a viernes en horario de oficina no tengo bastante cualificación. Vamos que no valgo para nada. Que de joven tenía que haber trabajado en algún horario de mierda o viajado por medio mundo para optar ahora a un puesto adecuado a mi edad y condición de madre. O elegir una profesión feminizada. Como enfermera, que para nada hacen turnos imposibles.

Les aseguré que estaba dispuesta a hacer turnos de noche y puede ser, ¡puede ser! que las palabras "lo he hablado con mi marido y me da permiso está de acuerdo" salieran de mi boca. Señor, llévame pronto.

Para mi sorpresa me han conseguido una entrevista en una empresa muy importante. El puesto es para cubrir una baja como técnica por turnos. Los turnos son de doce horas. Se trabaja dos días de 6 de la mañana a 6 de la tarde, dos días de descanso, tres días de 6 de la tarde a 6 de la mañana, dos días de descanso y vuelta a empezar. En promedio en la semana trabajas 40 horas, pero no entiendo cómo es esto legal, está totalmente en contra de la jornada 8-8-8 conseguida con tanto esfuerzo. Los días de trabajo sólo puedes trabajar y dormir. Además como es una fábrica que obviamente está en la parte industrial de las afueras, tardo una hora y media en cada desplazamiento.

Por mis estudios podría optar a un sueldo mejor, pero por mi experiencia y el hueco en el currículum es casi imposible que lo consiga. Así que mi plan es empezar por abajo, pasar dos años malos y luego ya buscar algo mejor. A no ser que tuviera la suerte de ser fija, en ese caso pediría reducción de jornada. Que es un derecho que tenemos y estoy así por tonta, por creer que le debo algo a alguien y no haber sido capaz de quedarme embarazada mientras trabajaba.

A lo que iba, que me enrollo. Que me puse mi traje, mi maquillaje, el bolso donde cabe la carpeta, los tacones en el bolso, los nervios de punta; dejo a Lima en la guardería, Pomelo deja a Kumquat  y me voy para llegar a la empresa media hora antes de la entrevista. Y a tres paradas de autobús de llegar me llama la cuidadora de la guardería, que Kumquat tiene 40,2°C ( yo entendí 42°C) y que tenemos que recogerlo YA. Pomelo estaba en el centro haciendo un curso, lo llamé mil veces y no contestaba. Como ese autobús tarda mucho en pasar, decidir llegar a la empresa y seguir probando. Nada. Vi que el que volvía a la ciudad iba a pasar, así que llamé a la señora de la agencia que también venía a la entrevista y le dejé un mensaje. Imposible avisar al entrevistador, la fábrica es gigante y a la entrada hay una garita para el vigilante que abre la barrera, el aparcamiento enorme y luego los edificios. Tampoco me daba tiempo a explicarle la situación al guardia y que llamase él.

Me monté en el autobús de vuelta, bajé a la ciudad mientras buscaba en internet el teléfono del lugar que da el curso de Pomelo. No tengo datos, me va a salir por un pico.  Le dije al secretario que avisase a Pomelo, que era una emergencia y que me llamase. Intenté buscar el número del entrevistador sin suerte. Llamé a una amiga que trabaja allí a ver si lo conseguía internamente, estaba en una reunión y no lo cogió. En el transbordo al tranvía conseguí hablar con Pomelo, me dijo que se iba corriendo. Pensé que no llevaba dinero, me puse a buscar un cajero para coger un taxi. Llamé a la de la agencia y le dejé otro mensaje diciendo que iba tarde pero iba. Me acordé de que tenía 20€ en la funda del móvil, no lo hice a propósito, pero sería bonito pensar que guardo dinero para emergencias. Faltaban diez minutos para la entrevista.

Pedí un taxi, tardó en llegar, se fue por donde más tráfico había, le repetí la dirección para asegurarme, creo que se ofendió un poco. A todo esto yo no sabía si la de la agencia había escuchado los mensajes y ya era tarde, muy tarde.

Dejé mis datos en la garita, crucé el aparcamiento, no me puse los tacones, necesitaba velocidad (iba en bailarinas muy sobrias, no os penséis que iba en zapatillas) y llegué al recibidor. Me dijeron que esperara y yo atacada pensando si realmente vendría alguien a buscarme. A los dos minutos llegó el entrevistador, con camisa corta informal y al poco la de la agencia con vestido de leopardo y moño alto rubio platino. Vaya tres patas para un banco.

Tuve algún error de falta de práctica en entrevistas pero saqué que había tomado decisiones rápidas y había resuelto un problema, que es lo que se necesitaba para el puesto. Me dijeron que efectivamente eso había quedado demostrado. Punto para mí. Los vi con prisa por encontrar a alguien y que sea alguien que aprenda rápido, así que hay alguna posibilidad. Por lo menos no quedé mal, porque entrar en la lista negra de esta gente es un poco muerte laboral, quedaría descartada de un montón de ofertas.

Luego está la parte de Pomelo y Kumquat. Con lo de los 42°C estábamos asustados, así que para el pediatra directamente. La pediatra lleva semanas cerrada por una tubería rota (y nosotros sin recetas para terapias). Así que lo llevó al materno-infantil, allí que no lo cogían porque no era urgente o iban a tardar mucho o yo qué sé. En la parte de emergencias no urgentes, o médico de tarde o cuando no está el tuyo o no tienes o yo qué sé, estaban hasta la bandera y todos los niños tosiendo moribundos. Al final lo llevó a las consultas privadas que hay dentro del complejo hospitalario, a veces reemplazan a la nuestra en vacaciones, pero tiene que estar avisado de forma oficial. No suelen coger a pacientes nuevos así porque sí, pero Pomelo es muy persuasivo y vieron a Kumquat. Encima iba sin la tarjeta sanitaria. Al final que tiene pinta de virus, ibuprofeno y reposo. Un día después ya no tiene fiebre.

A mí todavía no me han dicho nada del trabajo, voy a refrescar la bandeja de entrada del correo. No. ¿Y ahora? No. ¿Y ahora? ¿Y ahora?¿Y ahora?...

7 comentarios:

  1. Al terminar de leer me he dado cuenta que llevaba un rato sin respirar. Por Diosas, q angustia!

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    1. A ver si es que no estoy usando correctamente los signos de puntuación. Jajaja.

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  2. Madre mía, menudo estrés.
    A mi me estaban dando taquicardias solo de leerte

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  3. Madre mía de mi alma. Qué estrés!!! En serio. Me alegro que al menos te hicieran la entrevista. Animo, mucho ánimo!!!! Y besos!!!

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    1. Muchas gracias. La verdad es que fueron muy amables, que tranquila que seguro que estaba muy preocupada, que estaban contentos de que al final estuviese allí y que se mejorase mi hijo.

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  4. Como no te cojan ... encima que les has demostrado lo resolutiva que eres y que tienes plan B cuando el niño se pone malo.

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Mi limonero se riega con tus comentarios.