Escribir un blog con
la pretensión de que te lean es una idea bastante presuntuosa. Sin
embargo me gusta escribir por el placer de hacerlo pero nunca lo
hago. Es algo así como hacer ejercicio, algunos deportes son
divertidos pero da muchísima pereza. Siempre está la excusa del
tiempo o cualquier otra. Abrir un blog es como tener un abono al
gimnasio, una excusa para obligarte a hacer algo que en realidad te
gusta.
También hay gente
que va al gimnasio por salud y lo odia profundamente. Yo no podría
hacer eso. Si pudiera hacer ese tipo de sacrificios habría estudiado
para notaria y estaría igual de parada pero con la conciencia
tranquila preparándome mis oposiciones. Pero no, yo suelo meterme en
cosas que me gustan y me metí en Física...
Y eso me ha llevado
a estar en Alemania empezando un blog mientras me tomo un capuccino
en una cafetería a las diez de la mañana. Aquí lo de los lunes al
sol es complicado. Por suerte me puedo permitir el lujo de tomar un
café fuera, bueno por suerte no, porque me mantiene mi Pomelo. En mi defensa diré que yo iba a sentarme en la biblioteca y
a beberme mi agua del grifo, pero resulta que cierra los Jueves. Qué
le vamos a hacer.
Así que aquí
estoy, diciéndome a mí misma que en realidad no estoy perdiendo el
tiempo, que me van a leer cientos de millones de personas y que esto
va a servir para darle publicidad a los futuros frutos de nuestro
plan E.
Plan A: hacer una
Erasmus, investigar por el Mundo, viajar mientras soy joven y libre,
tener un curriculum maravilloso, continuo y ascendente con el que
conseguir un puesto de investigación en España y trabajar allí for
ever and ever con un horario de ocho a cuatro de Lunes a Viernes.
Mientras sigo viajando por placer a lugares exóticos y para cosas
puntuales de trabajo a los mejores laboratorios del Mundo.
Plan B: la Erasmus
abre un mundo de luz y color en Alemania (igual luz y color no lo
describe exactamente) que ni de coña voy a conseguir en España. Yo
no emigré con la crisis, emigré con el boom inmobiliario, pero la
ciencia no ha tenido un boom jamás de los jamases (sobre esto
volveré más adelante, seguro, pues anda que no me gusta a mí
quejarme). Así que me hago aquí mi currículum maravilloso,
ascendente y continuo y me quedo aquí con mi también exitoso
Pomelo. Sí conocí a un pomelo... y eso cambia los planes.
Plan C: nos vamos a
España donde Pomelo puede seguir dedicándose a la ciencia y yo me
saco unas oposiciones a secundaria que para eso hice el CAP. La
crisis ya no es tan fuerte, pero la verdad es que no vemos esto
posible. Y por ahora vemos mejor calidad de vida quedándonos como
estamos.
Plan D: nos quedamos
en Alemania, Pomelo tiene un trabajo “de lo suyo” y yo me dedico
a lo que pueda.
Plan E: le dan a
todo por saco y nos vamos a mi pueblo a empezar un negocio de
producción de cítricos ecológicos y una casa rural.
Actualmente estamos
en el D con así a ojo un 48% de fracaso: trabajo una hora a la
semana dando clases de español en un colegio de primaria. Gano 20€
si no son vacaciones, fiestas de guardar o toca ensayo del coro. No
cotizo y no puedo ponerme mala. Hoy me he gastado 4.10€ para ir y
volver del colegio que está en la otra punta de la ciudad y 2.60€
en un capuccino mientras hago tiempo para recoger a mi Lima de la
guardería y así no tener que ir y volver a mi casa.
Y como tengo media
hora y un culín de capuccino frío os cuento (a vosotros hordas de
lectores) cómo he llegado a esta situación.
Pues estábamos aquí
en las teutonias tan ricamente, con nuestros contratos temporales
precarios. Pomelo con su investigación postdoctoral y yo con la mía
predoctoral. Hasta que un día me armé de valor y justo antes de
renovar contrato, subí a la oficina de mi profesor de tesis y con
una sonrisa le dije “hasta luego Lucas”. Ya entraré en detalles
más adelante, tenía mis motivos.
Decidí que iba a
trabajar en industria y que era el momento de reproducirnos. Que lo
que antes pasara. Y bueno, tengo una lima en la guardería y un hueco
en el currículum...de tres años. Oye y dando gracias, que criar a tu
bebé no tiene precio. Y al final de la vida eso va a contar más que
todos los trabajos del mundo.
Fdo.: Clementinen
(entera, aquí nada de medias naranjas, pero podéis llamarme
Clemen).
Me parece que me voy a leer todo lo que cuentes. Me está gustando un montón como escribes. Sigue así y ya te llegarán las hordas de lectores. 😂 Y como no tienes info de contacto, búscame y hablamos algunas cosas que te pueden interesar.
ResponderEliminarMuchas gracias. Espero que después del parón del verano me sigas leyendo. Ya he puesto mi dirección de correo electrónico y mi Twitter en el blog.
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